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Histoplasmosis oral como diagnóstico diferencial de cáncer oral. Serie de casos y revisión de la literatura
Oral histoplasmosis as a differential diagnosis of oral cancer. Case series and literature review
ESTOMATOLOGÍA | SERIE DE CASOS | OPEN ACCESS | PEER-REVIEWED
Histoplasmosis oral como diagnóstico diferencial de cáncer oral. Serie de casos y revisión de la literatura
Oral histoplasmosis as a differential diagnosis of oral cancer. Case series and literature review
Autor/es: Federico Garola, Juan Cruz Romero Panico, Guillermina Marchetti, Francisco Frascaroli, Gerardo M. Gilligan, René Luis Panico
Vol: 112 | Nº 2 | elocation Id: e1120831
Presentado: 08/01/2024 | Aceptado: 09/04/2024 | Publicado: 20/05/2024
DOI: https://doi.org/10.52979/raoa.1120831.1252 copiar
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SERIE DE CASOS / REVISIÓN NARRATIVA – ESTOMATOLOGÍA
Histoplasmosis oral como diagnóstico diferencial de cáncer oral. Serie de casos y revisión de la literatura
Oral histoplasmosis as a differential diagnosis of oral cancer. Case series and literature review
Presentado: 8 de enero de 2024
Aceptado: 9 de abril de 2024
Publicado: 20 de mayo de 2024
Federico Garola (a)
Juan Cruz Romero Panico (b)
Guillermina Marchetti (b)
Francisco Frascaroli (b)
Gerardo Gilligan (b)
René Panico (b)
a) Servicio de Cirugía y Traumatología Bucomaxilofacial, Hospital Parmenio Piñero, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina
b) Cátedra de Estomatología “A”, Facultad de Odontología, Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina
: La histoplasmosis es una infección fúngica sistémica prevalente en la región del Río de la Plata. Puede exhibir manifestaciones orales, cutáneas y/o sistémicas. Las lesiones bucales significan un desafío diagnóstico debido a su semejanza clínica con el carcinoma oral de células escamosas (COCE). El objetivo de este trabajo fue presentar una serie de casos de histoplasmosis oral enfatizando la importancia del diagnóstico diferencial clínico con el COCE.
Casos clínicos: Se describen casos de histoplasmosis oral diagnosticados en los últimos 5 años en la Cátedra de Estomatología “A” de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina. En forma paralela, se realizó una revisión de la literatura de los últimos 10 años. Los casos corresponden a 9 pacientes, 6 varones y 3 mujeres, cuya edad promedio fue de 58,6 años. 4 pacientes eran VIH positivos. Se planteó la sospecha de COCE en 5 pacientes, cuya presentación clínica intraoral consistía en úlceras o lesiones ulcerovegetantes, mayormente únicas, ubicadas en la encía. La revisión bibliográfica arrojó un resultado de 48 artículos que incluyeron 60 casos de histoplasmosis oral, con una prevalencia mayor en hombres y similitudes clínicas con COCE en el 80% de los casos. La lesión más predominante fue la úlcera en el 85% de los casos, ubicada en lengua, seguido por el paladar. El diagnóstico de histoplasmosis oral es desafiante y requiere un amplio diferencial, ya que se asemeja a múltiples patologías, debiendo ser considerada ante lesiones ulcerativas orales. Un diagnóstico preciso, de manera interdisciplinaria, es esencial para un tratamiento efectivo.
Palabras clave: Carcinoma de células escamosas, histoplasmosis, micosis profunda, oral.
: Histoplasmosis is a systemic fungal infection prevalent in the Río de la Plata region. It could present oral, cutaneous and/or systemic manifestations. Oral lesions represent a diagnostic challenge due to their clinical similarity to oral squamous cell carcinoma (OSCC). The objective of this work is to present a case series of oral histoplasmosis emphasizing the importance of clinical differential diagnosis with OSCC.
Clinical cases: Cases of oral histoplasmosis diagnosed in the last 5 years in the Oral Medicine Department “A” of the Facultad de Odontología of the Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina are discribed. Alongside, a literature review of the last 10 years was carried out. 9 patients are described, 6 men and 3 women, whose average age was 58.6 years. 4 patients were HIV positive. The suspicion of OSCC was raised in 5 patients, whose intraoral clinical presentation consisted of single ulcers or vegetating ulcers, mostly single, located in the gingiva. The literature review included a total of 48 articles with 60 cases of oral histoplasmosis, with a higher prevalence in men and clinical similarities with OSCC in 80% of cases. The most predominant lesion was the ulcer in 85% of the cases, mostly located on the tongue, followed by the palate. The diagnosis of oral histoplasmosis is challenging and requires a wide differential, since it can mimic multiple pathologies, and should be considered in oral ulcerative lesions. An accurate diagnosis, in an interdisciplinary framework, is essential for effective treatment.
Key words: Deep mycosis, histoplasmosis, oral, squamous cell carcinoma.
La histoplasmosis, antiguamente conocida como la enfermedad de las cavernas, es una infección micótica sistémica causada por el hongo dimórfico Histoplasma capsulatum. El mismo se presenta como hifas saprófitas en el medio ambiente a temperaturas menores a 35 °C y se transforman en levaduras en el tejido huésped a 35-37 °C.(1,2) Se considera que los suelos de trabajo rurales húmedos, ácidos, contaminados con heces de aves y murciélagos son de alto riesgo de exposición e infección de este microorganismo.(3)
En Argentina, la cuenca del Río de la Plata es considerada una de las regiones endémicas de esta enfermedad.(4)
La inhalación de los microconidias de H. capsulatum es la vía más frecuente de infección humana, ingresando a través del sistema respiratorio, llegando a los alvéolos pulmonares, donde se expresa genéticamente.
Una vez que se ha producido la infección, la histoplasmosis puede presentarse en forma aguda, crónica o diseminada. La forma aguda está caracterizada por una afección respiratoria, autolimitada, con síntomas similares a los de la gripe. La histoplasmosis crónica es clínicamente similar a la tuberculosis, con síntomas como tos, disnea, fiebre, dolor de pecho, sudoración nocturna, pérdida de peso y, principalmente en pacientes inmunodeprimidos, trastornos pulmonares. La forma diseminada también afecta, en mayor medida, a los pacientes inmunocomprometidos, pudiendo comprometer múltiples órganos como el bazo, glándulas suprarrenales, hígado, ganglios linfáticos, tracto gastrointestinal, sistema nervioso central, riñones y mucosa oral.(5,6) Según Pan et al.(7) el factor predisponente más importante es la infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Las manifestaciones orales incluyen lesiones erosivas, ulceradas, ulcerovegetantes o ulceronodulares, de aspecto granulomatoso, localizadas principalmente en lengua, paladar y mucosa yugal. La presentación clínica es heterogénea y requiere plantear diagnósticos diferenciales múltiples, desde otras enfermedades infecciosas tales como sífilis, paracoccidioidomicosis, tuberculosis, leishmaniasis; hasta lesiones traumáticas como úlceras traumáticas crónicas y patologías neoplásicas como el carcinoma oral de células escamosas (COCE).(8,9)
El gold standard en el diagnóstico comprende el examen histopatológico directo de una muestra en fresco, cultivo y aislamiento del hongo.(10,11) A pesar de que la presentación oral en la histoplasmosis es rara, suele ser el puntapié inicial para el diagnóstico de esta desafiante entidad. El objetivo de este trabajo fue presentar una serie de casos de histoplasmosis oral enfatizando el diagnóstico diferencial clínico con el COCE. En forma paralela, se realizó una concisa revisión de la literatura de los últimos 10 años.
Casos clínicos
Todos los casos presentados se llevaron a cabo con consenso paciente-profesional, explicitado bajo consentimiento informado firmado por cada paciente.
Se describen 9 casos de histoplasmosis oral diagnosticados en los últimos 5 años en la Cátedra de Estomatología “A” de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Córdoba, Córdoba, Argentina.
Los datos fueron extraídos de la historia clínica, fotografías clínicas y estudios complementarios de diagnóstico (imagenológicos, anatomía patológica u otros métodos utilizados para alcanzar el diagnóstico final). Se presenta también la siguiente información (cuando estuvo disponible): género, edad, comorbilidades, sintomatología general, sintomatología local, tiempo de evolución, presencia de lesiones cutáneas, semiografía de lesiones orales (fenotipo clínico, lesión elemental y localización), exposición a factores de riesgo, hipótesis clínica, método de diagnóstico, tratamiento y evolución.
La tabla 1 resume la totalidad de los casos 6 hombres y 3 mujeres, con una edad media de 58,6 años. La posible fuente de contagio en 2 casos fue el contacto con excrementos de aves, y la exposición laboral a la tierra en otros 2 casos, no siendo posible determinar la fuente de contacto en los 5 casos restantes. Respecto a las comorbilidades, un total de 4 individuos eran VIH+. Además, 5 pacientes fueron identificados como fumadores pesados, mientras que 2 presentaban un historial de consumo de alcohol.
Se planteó la sospecha COCE en 5 pacientes, cuya presentación clínica intraoral consistía en úlceras o lesiones ulcerovegetantes con un tiempo de evolución promedio de 2,44 meses. De estos 5 casos, 3 presentaron una sola lesión, mientras que 2 mostraron lesiones múltiples. La localización más frecuente fue la encía. 4 casos acusaron dolor como síntoma local.
Las figuras 1, 2 y 3 muestran el escenario clínico intraoral e histopatología correspondiente. Entre las manifestaciones extraorales observadas, 5 pacientes exhibían lesiones cutáneas y 4 cursaban síntomas sistémicos.
Caso 1 (fig. 1): Se presentó a la consulta un paciente masculino de 44 años de edad, fumador crónico y HIV+; con una lesión única, erosiva de límites mal definidos y con fondo de aspecto necrobiótico, localizada en sector posterior izquierdo del reborde maxilar. Al examen extraoral, presentaba una lesión erosiva en el ala nasal derecha. Durante la anamnesis el paciente negó cualquier posible exposición ambiental de riesgo. Las imágenes radiográficas mostraron en el corte frontal una masa isodensa en el seno diagmaxilar izquierdo y en el corte axial una reabsorción de la cortical vestibular. El diagnóstico final de histoplasmosis se realizó a partir de una biopsia incisional de la lesión y el estudio anatomopatológico con tinción HE/PAS. El paciente recibió tratamiento a base de itraconazol y terapia antirretroviral a cargo del Servicio de Infectología, y luego de 6 meses se observó una notable mejoría clínica, con cicatrización completa de la lesión y una ligera fibrosis residual en la zona afectada.
Caso 2 (fig. 2): Se presentó a la consulta un paciente masculino de 55 años de edad, fumador crónico, sin otros antecedentes personales y heredofamiliares patológicos de relevancia; con la presencia de una lesión única de dos meses de evolución, indolora, ulcerovegetante de superficie granulomatosa y necrobiótica, localizada en la encía inferior (involucrando las piezas dentarias 37, 36 y 35, las cuales presentaban movilidad grado II). Las imágenes radiográficas mostraron áreas osteolíticas de límites difusos e irregulares con reabsorción radicular a nivel cervical. El profesional derivador realizó exodoncias de las piezas dentarias comprometidas. Posteriormente, ante la no resolución y empeoramiento del cuadro clínico, se decidió realizar una biopsia incisional, planteando un diagnóstico presuntivo de COCE en nuestro servicio.
Los especímenes obtenidos fueron procesados con tinción de HE/PAS, revelando áreas de granulomas en el conectivo reticular, intenso infiltrado inflamatorio crónico e imágenes macrofágicas que en su interior contaban con la presencia de elementos PAS+ compatibles con H. capsulatum, arribando al diagnóstico definitivo de histoplasmosis. El paciente fue derivado al Servicio de Infectología donde se comenzó un tratamiento a base de itraconazol. En el interrogatorio posterior se pudo constatar que el individuo realizaba tareas de agricultura de manera habitual teniendo contacto con heces de aves. Transcurridos 6 meses de tratamiento, se observó la cicatrización completa de las lesiones ulceradas y restitución de la zona afectada con ligera fibrosis cicatricial residual.
Caso 3 (fig. 3): Paciente femenina de 45 años, fumadora crónica, con insuficiencia renal crónica.
Se presentó con lesión única, dolorosa, de un mes de evolución. Clínicamente se observó una úlcera en sacabocado, de superficie granulomatosa y necrobiótica, de bordes nítidos y blandos a la palpación, localizada en el paladar duro, comprendida entre las piezas dentarias 24, 25 y 26, con extensión gingivo-vestibular. A nivel extraoral se observó lesiones cutáneas ulceradas y costrosas en miembros superiores. Como síntoma sistémico presentaba disnea en reposo. La paciente negó haber estado en contacto con posibles fuentes de exposición. Se realizó una biopsia incisional con diagnóstico presuntivo de histoplasmosis.
Los especímenes obtenidos fueron procesados con tinción PAS en aceite de inmersión, observando elementos levaduriformes PAS+ en relación con un infiltrado inflamatorio crónico, compatibles con H. capsulatum, arribando al diagnóstico definitivo de histoplasmosis. La paciente fue derivada al Servicio de Infectología, donde se prescribió tratamiento a base de fluconazol. La paciente, pese a no ser VIH+, se encontraba inmunocomprometida a raíz de estar sometida a un tratamiento crónico de hemodiálisis.
Finalmente, la paciente no concurrió nuevamente a control.
El marco base de la presente discusión fue cotejada con una revisión de la literatura realizada de los últimos 10 años utilizando PubMed-Medline con los términos de búsqueda “Oral” y “Histoplasmosis”. La búsqueda se limitó a artículos en inglés. Se consideraron todo tipo de estudios, aunque fundamentalmente reporte de casos. Las variables registradas fueron: género, edad, posible fuente de contagio, comorbilidades, condición sistémica, lesiones extraorales, lesiones intraorales, ubicación, descripción clínica, similitud con COCE, tiempo de evolución, sintomatología, tratamiento y evolución.
La tabla 2 muestra los artículos incluidos en la revisión.(5,6,8,9,11-54) Tras la búsqueda electrónica, el análisis primario de 187 resultados y la selección a lectura completa posterior, se incluyeron finalmente 48 artículos, comprendiendo un total de 60 pacientes diagnosticados con histoplasmosis oral. Se observó que el 76,7% eran pacientes masculinos, mientras que el 23,3% eran femeninos. La edad media fue de 58,4 años y se determinó que solo el 33,3% de los pacientes había estado en contacto con una posible fuente de contagio. El tiempo de evolución medio al momento del diagnóstico fue de 4 meses. En relación a las comorbilidades, considerando que frecuentemente la histoplasmosis es marcadora de VIH, solo el 16,6% de los pacientes fueron VIH+. El resto de los pacientes mostraron otras comorbilidades no estrictamente relacionadas a la enfermedad, entre las cuales predominó la diabetes. Por otro lado, se registró que el 36,6% eran fumadores y 6,6% bebedores.
La lesión clínica intraoral más predominante fue la úlcera, observada en el 85% de los casos, pudiendo presentarse como una úlcera propiamente dicha, úlceras vegetantes o úlceras granulomatosas. En la mayoría de los casos se presentó como lesión única y en limitados casos fueron múltiples. En menor porcentaje, se ha manifestado en forma de pápulas erosivas, perforación, vegetaciones, nódulos o tumores vegetantes. En orden de frecuencia, el primer sitio de afección fue la lengua, seguido por el paladar. En menor medida se vio afectada la mucosa alveolar, la mucosa labial, yugal y el piso de boca. Las lesiones fueron dolorosas en un 71,6% de los casos revisados en la literatura. El 23,3% presentó lesiones extraorales en cara, cuello, tronco, extremidades, pulmones, intestino y mucosa nasal. Más del 50% de los pacientes cursaron la enfermedad con uno o más de los siguientes síntomas: malestar general, fiebre, anorexia, diarrea, pérdida de peso, astenia, tos, hemoptisis, disfagia, odinofagia y disnea. En la mayoría de los casos analizados (80%), existió similitud clínica entre las manifestaciones de la histoplasmosis oral con COCE, siendo esta la principal sospecha clínica inicial durante el proceso diagnóstico.
La incidencia de manifestaciones orales de histoplasmosis es un dato de hallazgo infrecuente en la literatura, que varía del 25 al 45%,10 en la forma diseminada de la enfermedad. Este heterogéneo reporte puede relacionarse con la falta de conciencia de la enfermedad, su subreporte, así como también con los errores diagnósticos.(55)
La enfermedad ha sido considerada una enfermedad desatendida, incluso en áreas endémicas de Latinoamérica, la promoción resulta insuficiente y pocos laboratorios son capaces de realizar el diagnóstico específico. Sin acceso a herramientas de diagnóstico o terapia antimicótica adaptada, uno de los principales problemas es que la histoplasmosis a menudo se diagnostica erróneamente como otra enfermedad y, por lo tanto, no se solicita un estudio fúngico específico y no se la trata adecuadamente.(8)
La histoplasmosis parece presentar cierta predilección masculina y la edad media en el presente informe fue de 58,4 años, coincidiendo con la reportada en la literatura.(55)
Se ha propuesto previamente que la susceptibilidad a la infección de hongos dimórficos está estrechamente relacionada a las diferencias hormonales entre sexos. Las células fúngicas presentan receptores 17β-estradiol para proteínas fúngicas estereoespecíficas, los estrógenos-derivados femeninos se unen competitivamente con dichos receptores, bloqueando o retrasando la transición de la forma micelial o conidial a la forma de levadura parásita en las etapas iniciales de la enfermedad, lo que podría explicar la baja incidencia en mujeres.(56,57) La sospecha clínica en el 46% de nuestros casos fue de COCE, mientras que la similitud en los casos revisados en la literatura fue del 61%. Las lesiones clínicas normalmente constituyen úlceras dolorosas vegetantes de lengua, paladar, reborde alveolar y mucosa yugal, pudiendo ser únicas o múltiples. También pueden presentarse como erosiones o úlceras con bordes infiltrativos o lesiones necróticas e irregulares, 8 como se observó en la presente investigación. Las lesiones fueron dolorosas en un 69% de nuestros casos y en 71,6% de los casos revisados en la literatura, teniendo una media de evolución de 4 meses. En contraste, las lesiones carcinomatosas en estadios iniciales suelen ser indoloras,(58) suelen presentar una consistencia más indurada y una evolución promedio de 6 meses.(59)
En relación a las comorbilidades, la mayoría de los casos reportados en la literatura se asocian a pacientes inmunocomprometidos VIH+, no obstante, la incidencia en pacientes inmunocompetentes VIH- podría estar en ascenso. En este sentido, el H. capsulatum ha desarrollado mecanismos de evasión inmunológicas innatas, tales como la evasión del sistema antimicrobiano oxidativo, modificación del pH fagosomal e inactivación de las actividades fungicidas lisosomales, logrando así la multiplicación intracelular macrofágica-monocítica y facilitando la proliferación a otros tejidos.(56)
Resulta relevante plantear que el tabaco podría actuar como un factor de inmunosupresión sistémico o local. Ha sido reportado que la disfunción lisosomal puede agravarse debido a la acumulación de partículas de tabaco en el compartimento lisosomal, deteriorando la función de los macrófagos y promoviendo la formación de granulomas estables, lo que proporciona una posible explicación al aumento de la susceptibilidad en los pacientes fumadores.(60)
Asimismo, la afección pulmonar más ulcerada y agresiva suele darse en pacientes fumadores severos,(61,62) similar escenario podría darse a nivel intraoral, como se evidencia en el caso 2.
El hallazgo de hiperplasia pseudoepiteliomatosa florida del epitelio suprayacente a nivel histológico, en asociación con adenopatías regionales clínicas puede acentuar la sospecha de COCE, resultando en un contratiempo para clínicos y patólogos.(63)
Para el diagnóstico, numerosas veces se recurre a la biopsia, como en los casos presentados en esta artículo.
A pesar de no ser el método de referencia, la biopsia incisional de las lesiones orales y su estudio anatomopatológico presentan ventajas en relación a las 6 semanas de cultivo y aislamiento promedio que requiere el procesado de muestras frescas,(64) sin contemplar el costo de insumos específicos requeridos.
Arribar al diagnóstico correcto requiere evocar múltiples alternativas, ya que esta entidad frecuentemente mimetiza lesiones malignas, pero también sarcoidosis, amiloidosis, paracoccidioidomicosis, tuberculosis y leishmaniasis, recibiendo el rótulo de la sífilis del mundo fúngico, “la gran enmascaradora”.(44)
Luego de revisar la literatura, es posible afirmar que el presente trabajo constituye la primera serie de casos de histoplasmosis oral en Argentina, constituyendo así un aporte a la vigilancia epidemiológica regional. La histoplasmosis es una entidad dinámica, cuya presentación clínica oral usualmente simula malignidad y que se debe contemplar a la hora del diagnóstico de lesiones ulcerativas. El diagnóstico precoz y preciso de la histoplasmosis en asociación e interdisciplina con clínicos, anatomopatólogos, inmunólogos e infectólogos es de suma importancia para su tratamiento integral y la cura de la enfermedad.
Contacto:
Federico Garola
federico.garola@mi.unc.edu.ar
Carcinoma de células escamosas histoplasmosis micosis profunda oral Deep mycosis histoplasmosis oral squamous cell carcinoma
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Garola F, Romero Panico J, Marchetti G, Frascaroli F, Gilligan G, Panico R. Histoplasmosis oral como diagnóstico diferencial de cáncer oral. Serie de casos y revisión de la literatura. Rev Asoc Odontol Argent. 2024-May-20;112(2):e1120831. https://doi.org/10.52979/raoa.1120831.1252
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Carcinoma de células escamosas histoplasmosis micosis profunda oral Deep mycosis histoplasmosis oral squamous cell carcinoma
La Revista de la Asociación Odontológica Argentina, RAOA, es la principal vía de expresión de la producción científica argentina en odontología y un vínculo de unión y medio de información para los colegas e instituciones del país y del exterior.
Versión impresa ISSN 0004-4881
Versión electrónica ISSN 2683-7226.
DOI: 10.52979/raoa.1898
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